EL GRITO
la cobardía absurda de
unos huesos tan fuertes
que pueden romperse
con tan solo verte
pasar de largo
por la retina de mis ojos
unas manos asquerosas
llenas de mierda y deseos oscuros
ocultos
la sangre que hierve
las sombras que me llevan
yo llevo las sombras dentro mío
las trago y las vomito
me abrazan, las respiro
me llevan, me traen
siempre a la misma sensación
de no querer volver a dormir
por que me da miedo la oscuridad
de mis párpados cuando se cierran
cuando se baja el telón
y todo queda en un mudo silencio
que me aturde los oídos
y me saca los ojos
como un cuervo maldito
como una daga mortal
que me atraviesa el pecho
y me come el corazón
y el alma que creía
había guardado bien adentro mío
para no encontrarla más
Es... Lo leo una y otra vez como un adicto
ResponderEliminarsintiendo sin comprender me alcanza
intentándolo se escapa...
Lo leo una y otra vez... como un adicto, embriagado.
Tampoco yo lo llego a comprender pero es para leerlo una y otra vez.
ResponderEliminarEste escrito tiene alma propia.
ResponderEliminarY la oscuridad siempre latente, como el corazón de alguien más...
ResponderEliminarSuerte
J.