22 jul 2013

amores perros y plumudos



Qué controversias con las que se ve uno face to face todos los días;

a uno no le gusta monsanto y lo termina consumiendo,
no le gusta la trata y va de putas,
no se quiere ser machista pero no levanta ni un plato de la mesa,
 no quiere contaminación pero tira la Coca Cola por la calle...

Ser consecuente siempre con lo que uno piensa es un gran dolor de cabeza, pero a fin de cuentas creo que tiene una gran retribución espiritual, no? O por lo menos uno piensa eso, por que si no qué más da? sería todo más mierda todavía.


A mí me pasa con los animales. Creo que si no me dedicara en algún futuro al arte, me dedicaría a trabajar y vivir entre estos bichines tan hermosos. Tal vez en una reserva natural  o en las malditas perreras, dándoles todo el cariño acumulado que tengo para estos peludos amigos.

En casa vivo con mis animales; tengo dos perras preciosas y un loro amazónico de cabeza azulada. Son tres de los cinco pilares más importantes que tengo en la vida. Pero me pasa algo bastante extraño con estos pichis. ¿mi loro no debería estar en la selva? ¿mis perras no deberían corretear y oler cual culo pase por su vida?
Uno está acostumbrado en la sociedad a poseer; casas, auto, computadora. Hasta jardines con flores, árboles, terrenos. Pero sin ir más allá, creo que la pregunta es obvia. ¿quién soy yo para decidir por ellos? ¿quién soy yo para limitarlos con garrotes y paredes? ¿por qué debo decidir cuándo salen a pasear o qué tan lejos deben ver el cielo?
Sé que sin embargo son a su manera felices; Coquito no está enrejado todo el día;
A la mañana temprano lo coloco en el fondo de mi casa, tiene una gran vista al cielo, árboles, ruidos. Pero cuando está en el fondo lo tengo dentro de la jaula por que hay gatos cerca y por que ya unas 8 veces se fue a la casa del vecino. Y no es ningún chiste que pase eso; las veces que se voló fue porque pasó algo que lo asustó e instintivamente abre las alas y vuela hacia cualquier parte sin mirar. A parte no sé que le ven de normal a tocarle el timbre al vecino y decirle: Hola, se me escapó el loro, puedo pasar a tu patio a buscarlo? Encima como es verde no lo encontrás ni a palos; se camufla totalmente y se queda asustado, quieto en un lugar sin moverse.
Luego tipo 3 de la tarde lo llevo al patio delantero, que es más próximo a la casa y no pasa naranja ni gatos. Ahí sí le abrimos la jaula y le ponemos un palo para que haga las piruetas locas que tenga ganas.
A la noche duerme en mi piesa, pongo algunos diarios para que no me cague el piso de madera y duerme arriba de la jaula. Es muy lindo cuando duerme; esconde una patita y duerme sólamente sobre una, echando su cabeza hacia atrás, como escondiéndola entre sus alas, o simplemente a veces cierra los ojos.
Lo más lindo es cuando retribuye todas las cosas que uno hace por él. Cuando le hablás con una voz dulce (bah, sólamente tiene esa confianza con mi hermano y conmigo) gira un poquito la cabeza para que lo mimes atrás de la cabecita, los cachetitos, el pico. Es muy dulce y dócil aunque a veces se muestre a la defensiva. Es propio de su naturaleza; el loro no es el animal más fuerte de la selva.

Desde hace un tiempo estamos pensando en donarlo a una reserva natural o a un lugar en el que haya más aves libres pero cuidadas. Realmente me cuesta horrores imaginármelo ahi, viviendo una vida totalmente diferente. Pero en el fondo sé que debería vivir esa vida, llena de los de su hermosa especie y en un lugar cálido y lleno de alturas, colores.
Me lo imagino diciendo las cosas que dice en mi casa, gritando en medio de cualquier lugar ¡Andrés, bajá a comer! ¡Tivolino, vení para aca! Imitando ladridos de perro o gemidos de alguna vez que me escuchó coger.
Lo extrañaría muchísimo. La mía sería una casa muy diferente sin ese pequeño bomboncito.
Aunque espero que si se va, sea aun más que feliz, y no extrañe tanto...





Con las perras me  pasa algo parecido; son los dos solcitos de mi vida.
Recuerdo que hace unos dos años fui a  pasar el fin de semana con amigos al bosque de Santa Catalina, en Lavallol. No la pasamos precisamente bien porque hubo una historia media extraña; tipo 2 de la mañana unos se fueron a comprar liyos a la ruta contigua al bosque y volvieron corriendo, dijeron que habían visto como dos tipos con moto le habían robado a un chabón. Éstos los vieron, y de a ratos escuchábamos dentro del bosque a las motos. Había momentos escalofriantes, éstas se escuchaban a veces más cerca que antes; voces, linternas.
En fin, me fui por las ramas. Cuando volvimos de ese fin de semana pasamos por una casa que decía "regalo cachorros", obviamente no me resistí y aunque sea quería chusmear a los chiquitines. Mis dos amigas y yo  nos llevamos uno c/ una. Yo me llevé a uno que en realidad no me gustaba mucho pero se parecía mucho al perrito que tenía en ese entonces. Era manchado y ella también. Por ende les pusimos nombres parecidos; Tivolino y Tivolina.
Tivolino,que cuando vino su amiguita ya tenía dos años, vino el mismo día en que murió mi abuelo. Recuerdo que mi papá me dijo "se fue el abuelo pero traje a alguien para que no estés triste" o algo por el estilo.


ésta es Tivolina, unos días después de llegar a casa.



acá les dejo un videito de mis amores manchaos

https://www.facebook.com/photo.php?v=10200995253910614&l=8087970439366488341

El tiempo pasó y Tivolino ya no está; como tenía esa encrucijada que estoy intentando explayar en este texto, lo dejaba como dos horas por día salir solo y tranquilo por el barrio a hacer sus travesuras, ya que el luego volvía y rasguñaba la puerta para entrar.
Pero bueno, un día no lo hizo. No sé si por que llovió justo esa tarde y perdió el rastro, le pasó algo o se quedó con otra persona, o perrita. Yo quiero creer que el está bien, donde sea que esté.

Tivolina extrañaba mucho la compañía de otro animal
A sí que el tiempo pasó y éste hizo lo suyo;
Me había juntado a escabiar con conocidos desconocidos en una plaza cerca de casa y cayó por arte de magia, con sus patitas una pequeña morocha toda sucia, llena de pulgas y hasta bañada en vino por algún borracho despreocupado.
(ésta fotito es cuando tenía ya como 4 meses, antes era más besable todavía)


Juro en mi vida que rompió más cosas de las que tenía en mi casa;
basura
pisos
paredes
colchones
acolchados
vasos
sabanas
almohadas
camperas
remeras
bombachas
medias
jarras
lápices
dibujos

pero lo que nunca me va a romper, a diferencia de tantas personas, es el  corazón
es lo más dulce que hay.

pero yo sé que su vida está en la calle, por que me lo demuestra cada vez que abro la puerta, la saco a pasear y se desespera. Pero no la puedo dejar en la calle, es tan loca que cruza sin mirar, es muy atropellada.
Pero su vida está ahi, y eso, eso sí me rompe el corazón.

14 comentarios:

  1. No hay nada mas inocente que un animal.

    ResponderEliminar
  2. Si bien comparto tu visión respecto a la libertad de las mascotas (En cierta época mi viejo tenía jilgueros y yo se los soltaba :P ), en mi caso creo que si llego a dejar sueltos a mis perros no podrían sobrevivir ni medio día solos.
    Ni yo tampoco me bancaría el día sin ellos.
    Me gusta tu blog, saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. pero imaginate que de vez en cuando salgan a pasear un ratito y vuelvan. no sería re lindo para ellos? sentirse menos """"esclavo"""". debe ser molesto, por ejemplo para mi perra, que cada vez que vaya a su amada calle tenga que tener la pechera con la correa puesta, más una boluda que le dice lo que tiene o no que hacer.
      qué se yo, locuras.

      Eliminar
  3. Creo que el tuyo fue el comentario más random que me dejaron nunca, jajajajajaja
    Si, me gusta inuyasha, cómo sabías? xD

    ResponderEliminar
  4. Yo se que los que aman a los animales tan o más que a personas no entienden al resto, y que muchísimas veces la raza humana se comporta deplorable, repugnante, y da vergüenza ajena. Pero me cuesta entender como la gente puede querer más a los animales en gral., no digo que no quieras más a un perro que tenes desde la infancia que a un total desconocido que pasa con su auto contra el cordón un día de invierno y te salpica, pero personalmente no puedo poner al mismo nivel de amor a animales que a personas.

    Saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. debe ser que las personas que elegimos antes a los animales conocemos a piel lo que es el ser humano tantas veces

      Eliminar
    2. Todos consideramos conocer lo que es el ser humano, pero no olvides que aunque parecidos, no hay dos humanos iguales.
      Además, ¿dónde está el desafío en amar a un ser que lo dominas vos en cuanto a su lugar de vivienda, qué come, cómo se llama, dónde hace sus necesidades y con quién?. Que si no queres estar con ese animal, simplemente te alejas o lo alejas de vos, y listo, no lo tenes que fumar, y sino lo mandas callar...El desafío, la experiencia, es amar a un ser que no podes controlar, que aunque vos le ames y esa persona a vos, aún así se lastimen, y aún así se perdonen y se sigan amando.

      No lo tomes como un ataque de alguien que no comparte tu amor por los animales, sino la visión de alguien que piensa distinto.

      Saludo.

      Eliminar
    3. qué lindo lo que escribiste :)
      amar a un ser que no podés controlar...

      nunca tuve una familia muy compañera que digamos, por eso siempre traté a mis mascotas como hijos, hermanos..es tanto el amor que les tengo que es obvio que termina siendo por que falta de otro lado. no sé, me lo pongo a pensar y me sale eso.

      Eliminar
  5. Hace unos meses vi "Proyecto Nim"
    No soy de ver documentales, y menos sobre animales, pero este me encantó. (Y también me emocionó y me dejó pensando)
    Es largo, más de una hora y media... Si lo querés ver, acá te dejo el link:
    http://vk.com/video_ext.php?oid=198024106&id=164516257&hash=003640e1fecda7f4&hd=1
    Hay que ver si ellos son capaces de rompernos el corazón, o nosotros se lo rompemos a ellos...

    ResponderEliminar
  6. Me enternecen tanto los animalitos... son la compañía más hermosa que podemos tener en casa. A veces pienso lo mismo con respecto a mis mascotas, pero, en mi caso, mi perra antes de llegar a casa fue maltratada por un señor que la dejó con sus hermanitos en un balde un día de lluvia para que todos se ahoguen. Ella y un hermanito más sobrevivieron, y no podría soltarla a la calle (aparte, es la malcriada de mi mamá). Pero con mi gata me siento un poco mejor con ese tema: tengo jardín y cuando tiene ganas se va por los techos a joder y se vuelve, siempre. Las amo tanto que no podría imaginarme la vida sin ellas, y sí, uno ama tanto a sus animalitos que piensa también en lo lindo sería que estén libres en donde pertenecen.

    ResponderEliminar
  7. son tan lindos y a veces tienen al lado a tantos hijos de puta.. qué horror lo del balde. por suerte tiene a su angelito :) cuidala mucho!

    ResponderEliminar